Desde el año 400 aC, Hipócrates, el padre de la medicina, hablaba de que la personalidad provenía de los cuatro humores corporales. La bilis negra producía a una persona melancólica, la bilis amarilla (adrenalina) era causa de la gente acelerada e irritable, la flema (el fluido de las mucosas) era signo de los tranquilos y el humor en la sangre estaba relacionado con los optimistas. A pesar del tiempo que ha pasado, el pensamiento e investigaciones de Hipócrates tienen repercusión en la medicina moderna y sus teorías de la personalidad aún se usan en sistemas educativos de hoy en día. Otras teorías, no obstante, han tenido lugar a lo largo de veinte siglos en las que se han descrito los rasgos de las personalidades según distintas clasificaciones.
En particular, llama la atención las diferentes personalidades por la forma en que la gente pudiera aprender matemáticas y otras de las ciencias conocidas como “duras”, entre las que están: física, estadística, cómputo, etc.
En el pasado muchos hemos recibido la educación que se ha
denominado “tradicional” que básicamente consiste en una exposición por parte
del profesor y en una asimilación y práctica por parte de los alumnos. Los
científicos, ingenieros, médicos, etc. somos fruto de dicha forma de educar y
entre muchos de nosotros, las cosas iban bien y no necesitaban cambio.
Sin embargo, profesionistas de la educación, sicología y
sociología, entre otras áreas mayoritariamente sociales, también son egresados
de ese tipo de educación y para ellos, sí urge un cambio.
¿Por qué la diferencia de pensamiento?
Quizá radique en que, independientemente del punto de vista, las matemáticas y las otras áreas duras son el problema de millones de estudiantes en el mundo a los que sencillamente “no les entran” aunque quienes les enseñen recurran a circo, maroma y teatro.
¿Por qué?
Siendo profesor te encuentras con diferentes
personalidades que al parecer podrían influir más allá de lo que se había
considerado hasta el momento.
Existen chicos que son ordenados y pueden tener pensamientos estructurados y concebir ideas abstractas y que, obviamente, son ideales para áreas de físico-matemáticas e ingenierías. Pero ¿y si se dedican al teatro?
A otros les gusta la convivencia con la gente, ayudar a
las personas y les agrada integrarse a un grupo como se necesita en las
carreras de las áreas químico-biológicas. Aunque ¿qué tal que eligen trabajar
como contadores?
Hay muchachos que siempre buscan la visión práctica de
las cosas y les es natural hacer la conexión entre la teoría y la aplicación,
así como el manejo del dinero, rasgos útiles para las áreas
económico-administrativas. Pero ¿y si quieren ser físicos?
O bien, los chicos que son impredecibles, desordenados,
apasionados y creativos que generalmente se dedican a las artes. Pues ¿y qué
tal que quieren ser médicos?
Bueno ¿y qué tal aquéllos que tienen una mezcla de uno o
más rasgos, siendo algunos los predominantes?, ¿y qué tal las profesiones a las
que les vendrían bien gente que se “salga de la norma” y contribuya
radicalmente en su avance?
Albert Einstein no era sinónimo de orden. Sin embargo, su
creatividad, originalidad y rechazo a lo establecido hicieron que la física
fuera mucho más allá de lo que parecía creíble. ¿Debió de ser músico de rock?
O bien el caso de Alberto Durero, el pintor alemán, cuyo
orden y pensamiento geométrico no sólo le sirvieron para ser pintor sino
también para dedicarse a las matemáticas.
Y qué decir de Avicena quien se destacó en áreas tan
diversas como medicina, filosofía, administración y matemáticas.
O el bien conocido caso de Leonardo Da Vinci, pintor,
escultor, inventor y ferviente estudioso de la medicina y la física.
Las teorías que estudian las personalidades contemplan variadas clasificaciones y sin duda, podrían dar luz a los problemas que nos aquejan en las áreas educativas. Esperando en futuras ocasiones poder retomar el tema, los dejo con algunas reflexiones:
¿De qué personalidad eres tú?
¿A qué te vas a dedicar o a qué te dedicaste?
¿Eres partidario de la educación tradicional? ¿Por qué?
Pienso que la gente es diferente por lo que su idea del mundo tambien lo es y que los problemas comienzan cuando no se aceptan ni se entienden esas diferencias.
ResponderEliminarMuy interesante tu blog, me gusto.
Lo de las inteligencias es muy cierto, ojalá el mundo estuviera más preparado para aceptarlas.
ResponderEliminarEsperemos que el paso en la comprensión de las inteligencias sea firme y en avance y el mundo se vaya preparando para entender.
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