enero 06, 2013

Los reyes magos


Llegaron unos reyes de oriente, según dicen, pero no especifican cuántos eran ni cómo eran. Por muchos siglos se consideró que fueron tres, desde que en una obra de arte así se plasmaron en su momento de adoración. Varios años después se les concebía como hombres barbados. A veces los pintaban viejos, a veces más jóvenes. Hoy en día se reconocen como uno rubio, otro moreno y otro negro. Ellos montan un caballo, un camello y un elefante y siguen la llamada estrella de Belén que se posó justo donde está naciendo el niño dios. Pero ¿cómo es que pueden ser hoy en día?



El mundo de la actualidad es una mezcla de maravillas y hartazgo. Nunca antes el ser humano había contemplado tantos avances en tecnología, comodidad e información. Sin embargo, la gente trabaja 7 días a la semana y más de 24 horas por día para tratar de conseguir dinero para poder satisfacer sus necesidades y sus gustos. Los niños pertenecen a una generación – a la cual no sé cómo se le llame – en la que los padres tratan de compensar sus ausencias con cosas materiales.

Los reyes magos no son así. Son seres mágicos, le dije a los niños que conozco. Ellos tratan de mirar más allá de lo que se ve a primera vista, ellos recuerdan que también hubo otros tiempos donde los brillos de los árboles de navidad les provocaban sentimientos que no podían describir. La víspera de reyes los ponía nerviosos y, al mismo tiempo, emocionados pensando en la travesía que habrían de seguir.

Pienso que los reyes magos fueron, de hecho, unos sabios, quizás astrónomos o matemáticos, o físicos o geógrafos que calcularon la trayectoria a seguir del fenómeno celeste conocido como estrella de Belén. Tendrían conocimientos de biología, de botánica, de química, de geología, de agronomía y de lenguajes, sin duda, para poder llevar a buen fin su travesía. Y seguramente no iban solos sino con un equipo de ayudantes.

Hoy que ha pasado el tiempo, hay algunas personas que no siendo niños no creen en los seres fantásticos. Llámense las hadas, los duendes, Santa Claus o los Reyes Magos…, ellos dicen que son puros cuentos. Vamos, me parece que no importa, que cada quién puede creer en lo que desee pero también me parece que hay un problema cuando alardean sobre ello. ¿Tanto daño les hizo pensar que pudiera realmente existir la magia en el mundo?

Mi idea, según lo comparto con los niños, es que los reyes magos evolucionaron con la historia. Si en aquel tiempo fueron sabios de oriente, hoy en día seguramente son astrofísicos, astronautas, biólogos, físicos, ingenieros… todo, menos esos adultos que aun viviendo en un mundo que ha admirado las fotografías de las galaxias en todo su esplendor, que puede ver películas con efectos especiales increíbles, que tiene a su alcance la información mundial como nunca antes, prefiere pensar que la magia no existe.


La magia aún existe pero hay que ablandar ese corazón tan duro… por ahí se encuentra, esperando que le permitas entrar a tu vida...

2 comentarios:

  1. LLEVAR CONTIGO LA ILUSION ES ALGO IMPRESCINDIBLE PARA VIVIR. VIVIR SIN ILUSION ES NO VIVIR. VIVIR CON ILUSION ES TENER ESPERANZA EN EL FUTURO.
    BONITO BLOG.

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