marzo 30, 2014

Ciencia: cuando los nombres serios no bastan en Química

Bien, sucede que eres científico e investigas todo el día pues es tu pasión. Pero ¿qué pasa a la hora de hacer un descubrimiento? ¿Cómo le llamas?
En química sabemos que al elemento Helio, por ejemplo, le llamaron así porque se encontraba abundantemente en el sol y que otros nombres químicos tienen un origen y explicación lógicos pero ¿qué tal que es tu descubrimiento y ya te cansaste de los nombres serios?
¿Por qué no llamar a una nueva proteína Pikachurina, por ejemplo?


Pues esto es lo que se le ocurrió al investigador japonés Shigeru Sato quien en 2008 nombró a esta proteína de la retina en honor de Pikachú, y como éste hay otros nombres más:
 El gen Drosophila hedgehog se denomina de esta manera porque juega un papel en una apariencia puntiaguda en las moscas de las frutas similar a un erizo o (hedgehog en inglés). Fue identificado en 1980 por los biólogos Christiane Nusslein Volhard y Eric Wieschaus quienes por este descubrimiento recibieron el premio Nobel en 1995. Es el genetista inglés Philip W. Ingham junto con su grupo de investigación quienes en 1994 descubrirían las proteínas similares en vertebrados de nominadas hedgehog: Desert hedgehog, Indian hedgehog y Sonic hedgehog. Mientras las dos primeras tienen nombres relacionados con especies de erizos, la última, que es clave para la formación del tubo neural en humanos y demás vertebrados, es una proteína llamada así por el personaje de videojuegos de Sega.


Cuando un murciélago muerde a sus víctimas les inyecta una enzima conocida como desmoteplasa que funciona como anticoagulante y que fue descrita desde 1966. Años más tarde, los científicos se dieron cuenta de su utilidad potencial para el tratamiento de los pacientes con embolias que obstruyen el flujo sanguíneo al cerebro. Así pues, la draculina se desarrolló a finales de 1990’s con este cometido y por supuesto, denominada así en honor del Conde Drácula.

La cadaverina es un compuesto tóxico producido durante la putrefacción del tejido animal y fue descrita en 1885 por el médico alemán Ludwig Brieger. En consecuencia, la relación entre su nombre y su aparición es inmediata.


Otra toxina que tiene un nombre fuera de lo común es la vomitoxina que es una micotoxina de granos como el trigo, la avena y el maíz y que se conoce con este nombre ya que se asocia al rechazo de los cerdos por alimentos que la tienen.


Además de los nombres anteriores, hay muchos más como el ácido diabólico el ácido mágico y el ácido Titanic, o bien, por su forma, los compuestos como el barrileno (como barril), el casano (como casa) y el olimpiadano cuya forma se asemeja a la de los aros olímpicos.




¿Y qué tal el bastardano? El hijo no deseado de los hidrocarburos cuya estructura es diferente de ellos.


¿Alguno más que agregar a la lista?

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