Bien, sucede que eres científico e
investigas todo el día pues es tu pasión. Pero ¿qué pasa a la hora de hacer un
descubrimiento? ¿Cómo le llamas?
En química sabemos que al elemento
Helio, por ejemplo, le llamaron así porque se encontraba abundantemente en el
sol y que otros nombres químicos tienen un origen y explicación lógicos pero ¿qué
tal que es tu descubrimiento y ya te cansaste de los nombres serios?
¿Por qué no llamar a una nueva
proteína Pikachurina, por ejemplo?
Pues esto es lo que se le ocurrió al
investigador japonés Shigeru Sato quien en 2008 nombró a esta proteína de la
retina en honor de Pikachú, y como éste hay otros nombres más:
Cuando un murciélago muerde a sus víctimas
les inyecta una enzima conocida como desmoteplasa que funciona como
anticoagulante y que fue descrita desde 1966. Años más tarde, los científicos
se dieron cuenta de su utilidad potencial para el tratamiento de los pacientes
con embolias que obstruyen el flujo sanguíneo al cerebro. Así pues, la
draculina se desarrolló a finales de 1990’s con este cometido y por supuesto,
denominada así en honor del Conde Drácula.
La cadaverina es un compuesto tóxico
producido durante la putrefacción del tejido animal y fue descrita en 1885 por
el médico alemán Ludwig Brieger. En consecuencia, la relación entre su nombre y
su aparición es inmediata.
Otra toxina que tiene un nombre
fuera de lo común es la vomitoxina que es una micotoxina de granos como el
trigo, la avena y el maíz y que se conoce con este nombre ya que se asocia al
rechazo de los cerdos por alimentos que la tienen.
Además de los nombres anteriores,
hay muchos más como el ácido diabólico el ácido mágico y el ácido Titanic, o
bien, por su forma, los compuestos como el barrileno (como barril), el casano
(como casa) y el olimpiadano cuya forma se asemeja a la de los aros olímpicos.
¿Y qué tal el bastardano? El hijo no
deseado de los hidrocarburos cuya estructura es diferente de ellos.
¿Alguno más que agregar a la lista?
ja ja ja
ResponderEliminarpobre bastardano
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