enero 26, 2022

Laika, perrita perdida...

Hace frío en estos días.

Las oleadas de frío se suceden unas a otras como las olas del mar. Un mar que ella no conoce. Ella ha conocido el pavimento gris y la tierra oscura al fondo del patio y el color gris de los platos con los que juguetea a veces, cuando está aburrida

Por las noches conoció ese cuarto oscuro que tiene cuadritos pequeños y su cama rosa, un gris rosáceo, diría ella. El cuarto se oscurece por las noches y sólo se asoma una luz muy atenuada por la ventana, allá en lo alto, una ventana a la que no es posible llegar.

Y así pasaban las horas. A veces soñaba. Soñaba unos olores agradables que no percibía frecuentemente: olores a caricias y a risas. Y recordaba aquella vez que la sacaron de paseo. ¡Qué maravilla de mundo! ¡Olores por todas partes! Olores de otros perros y de otras personas, aromas de plantas y de pasto, fragancias de la mañana cuando el sol se asoma muy brillante y aromas a cosas calientes y sabrosas. Olores de tardes tranquilas en que otros niños juegan con sus mascotas. Aromas acumulados por las noches que cuentan secretos de otras vidas.

No conocía mucho ese mundo. Se había construido un mundo con pedazos de memorias de lo que había vivido de forma intermitente, a veces, incluso cuando se escapó alguna otra vez en el pasado.

Por la mañana la gente solía saludarla. Esos ojos azules y vivarachos brillaban con los rayos de sol que llegan al patio. A ella le gusta la gente y no entendía porque ellos no estaban más tiempo a su lado.

Corría de aquí para allá. Echaba carreras con su sombra atenuada o con una amiga imaginaria que se formó con los olores de otros amigos que conoció por breves instantes.

Un día dejaron la puerta abierta.

¡Cómo no iba a querer ir a descubrir ese mundo con el que soñaba cuando dormitaba!

Claro está, se escapó.

Hoy no se sabe si duerme tranquila o si sueña. Si acaso tiene aromas de seres humanos a su lado que le dan sus alimentos a tiempo.

O quizás ahora todo se oscurece e incluso sueña con volver al patio y seguir jugando con su sombra pero no sabe cómo.


Laika es una perrita husky que se perdió. Si puedes, ayúdala a encontrar su hogar.


Si puedes, ayuda a cualquier perro perdido o callejero a que encuentre un hogar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenidos a mi blog

Mi foto
El mundo quizá no es más que un conjunto de poliedros irregulares cuyas caras son extrañas y cambiantes... Veamos hasta donde y hasta cuando rueda este poliedro antes de desvanecer sus aristas y perder la planaridad de sus caras, antes de volverse una esfera... a quién alguien en el camino le diga que su destino, era rodar y rodar.