Los viajes en el tiempo
aparecen mencionados en diversos libros. Los viajes hacia el futuro son,
quizás, el concepto más antiguo. Un libro representativo de este tipo de viajes
es la historia de “Rip Van Winkle” de Washington Irving, en la que su
protagonista duerme tanto tiempo que prácticamente “viaja” al futuro. La magia
y las formas inexplicables de transporte aparecen en “Un Cuento de Navidad” de
Charles Dickens, en el que el malvado Scrooge puede viajar a sus navidades del
pasado conducido por espíritus. Sin embargo, la novela cumbre de viajes en el
tiempo es “La máquina del tiempo” de H.G. Wells, aunque ni el autor describe a
profundidad las características de tan maravilloso dispositivo ni se mete en
problemas de paradojas temporales sobre la alteración de la cadena
causa-efecto.
Con el surgimiento de la
cinematografía, los viajes en el tiempo se vuelven aventuras al alcance de
cualquier ser humano. En ellos se puede viajar sólo con el poder de la mente
como en “Pide al tiempo que vuelva” (Somewhere in time), o bien, aprovechando
las alteraciones electromagnéticas (y claro, temporales) del medio ambiente
como en “El experimento Filadelfia” o utilizando a los agujeros negros de
gusano como en “Contacto”. O, por supuesto, construyendo una máquina del tiempo
como en “Volver al futuro”.
Pero hasta aquí, estamos en
las mismas... tal pareciera que todo fuera cosa de ficción.
La obsesión por los viajes
en el tiempo ha llevado a las personas a buscar afanosamente la forma de poder
hacerlo o al menos de poder tener un contacto con alguna otra época. Existe un
sinnúmero de historias y leyendas de viajes en el tiempo como la declaración de
Francois Brune, autor de novelas paranormales, que alegó que en el Vaticano ya
se había construido un visor para ver el futuro y el pasado, a mediados del
siglo XX, aunque hasta el momento esto nunca ha sido confirmado. Y a pesar de
lo raro que suene, lo cierto es que en nuestros días ¡ya existen serios
intentos de inventar una máquina del tiempo!
El físico norteamericano
Ronald Mallet se interesó en la posibilidad de crear una máquina del tiempo a
partir de la muerte de su padre. En su búsqueda por fabricarla se asoció con el
científico experimental Chandra Roychoudhuri y desde finales de los 90’s
consigue financiamiento para su construcción. Qué tan serio sería su avance,
que en el 2003 registró una patente para su dispositivo y en los medios ya se
hablaba de “la primera máquina del tiempo mundial”. Y hablando en de la máquina
de Mallet, ésta usa un láser montado en un cilindro que circula continuamente
con una misma dirección. Según el científico, el haz de luz puede crear un
“campo gravitacional” cuya fuerza de atracción es similar a la que se describe
en la teoría general de la relatividad de Einstein y, según se predice
teóricamente, se podrían generar “curvas de tiempo” que permitirían los viajes
al pasado. Ahora sólo falta que funcione, por supuesto, y, de acuerdo con
Mallet, una vez prendida, los viajeros en el tiempo podrían comenzar a ser una
realidad.
Pero no es el único en los
intentos de crear la máquina del tiempo. El astrofísico norteamericano Richard
Gott, investigador entusiasta de los agujeros negros, la geometría del
espacio-tiempo y los efectos gravitacionales ha sugerido que la clave de los
viajes en el tiempo está en observar cuidadosamente los efectos de la
naturaleza para poder reproducirlos. De acuerdo con Gott, hay que buscar las
llamadas “cadenas cósmicas” que, teóricamente, deformarían el espacio-tiempo
hasta el punto de que un viajero con un rumbo diseñado a través de ellas,
podría viajar en el tiempo. Así pues, en este caso, la máquina sería más bien
una nave que aprovecharía las rutas de deformación espacio-temporal ya
existentes en la naturaleza. No obstante, según él mismo afirma, deformaciones
de dicho calibre siempre estarían cerca de agujeros negros, por lo que el viaje
sólo podría realizarse en una sola dirección. Aunque, por otro lado, la
existencia de los agujeros de gusano brindaría la posibilidad de tener una
salida... y sólo hay que encontrarlos.
Pero de ser una realidad cualquiera de los dos proyectos
¿se convertiría en la primera máquina del tiempo? ¿Y serían los viajeros del
futuro, los primeros viajeros en el tiempo?, ¿o ya los ha habido?
¿Qué quiénes han sido? Les
comento en una siguiente ocasión.
Interesante artículo, aunque yo considero que las máquinas del tiempo pueden ser muy peligrosas si se volvieran realidad.
ResponderEliminarNo sabía de los intentos serios por construir una maquina del tiempo. Hasta ahora yo también pensaba que era cosa de ciencia ficción pero de verdad que me gustaría ver uno de esos cacharros funcionar!!
ResponderEliminarMuy interesantes los trabajos de ambos científicos, ojalá en mi país se hiciera menos política y más ciencia.
ResponderEliminarOjalá no tardemos en ver estas ideas vueltas una realidad. Gracias por sus comentarios.
ResponderEliminarvaya, no sabía que tomaban en serio los viajes en el tiempo.
ResponderEliminarAsí es, se toman en serio los viajes por el tiempo. ¡Gracias por sus visitas!
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