La impresión 3D se concibió por ahí de 1981 cuando se registró la primera patente de una impresora de este tipo en Japón pero no fue sino hasta 1984 cuando el norteamericano Charles Hull volvió realidad el concepto de impresión en tercera dimensión.
La impresión 3D, sin embargo, no se volvió conocida sino hasta el siglo XXI. En la actualidad, una impresora 3D puede imprimir modelos impresionantes usando filamentos de plástico que se depositan por capas.
Pero, ¿pueden imprimir comida?
Lo cierto es que sí.
La idea es ésta: piensa que en lugar de usar filamentos de plástico como material de impresión usas comida, digamos azúcar y colorantes, por ejemplo.
Bueno, pues ésa es la idea que consideraron los arquitectos estadounidenses Kyle y Liz von Hasseln, fundadores de Sugar Lab que hoy “imprime comida 3D” que consiste en bellísimas e impresionantes esculturas de azúcar.
¿No sería increíble poder degustar un buen café, ya no con los tristes y aburridos cubos de azúcar, sino con todo tipo de figuras geométricas?
Y entonces te podrán preguntar, ¿cuántos poliedros de azúcar vas a querer?
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