¿Se han
fijado en tu sombra? Calma, que no se trata de misterios inexplicables o que de
repente, tu sombra salte y te ataque.
Simplemente
de observar con un poco de detenimiento tu sombra y la de los objetos que te
rodean.
A lo largo del día, las sombras cambian de longitud. Quizá para muchos esta observación sea obvia, sobre todo para quién ha buscado protegerse del sol a medio día de uno de esos días muy caluroso. A esa hora, la sombra es prácticamente inexistente, mientras que por las mañanas o por las tardes, la sombra es más larga.
En un país, uno se acostumbra a su sombra. De modo cualitativo, se aprende a observarla y calcular que hora del día es aproximadamente. De hecho, la sombra no sólo cambia de longitud sino también de dirección y esto ha sido aprovechado para fabricar relojes de sol. Además la longitud y dirección de la sombra también depende de la fecha del año.
Para quién haya tenido la oportunidad de viajar a otros lugares, preferentemente muy lejos de donde viven, podrá notar la diferencia de las sombras.
Cuando
estuve en Inglaterra, por ejemplo, pude maravillarme con sombras de longitud
enorme durante las tardes de fines de otoño. Hasta las rocas más pequeñas tenían
una sombra tan grande que convertía los suelos en paisajes extraños y ajenos a
mi experiencia en México. Sin embargo, les conté a mis amigos ingleses como era
posible en México, que el Sol estuviera encima de nuestras cabezas durante el
verano, cosa que ellos nunca veían en su país. La diferencia entre ambos países
es la latitud en la que se encuentran. El norte de Inglaterra está a una
latitud de 55 grados mientras que la
Ciudad de México está a una latitud de 20 grados. Durante todo
el año, no se puede tener al Sol sobre la cabeza en Inglaterra y con las
condiciones del eje terrestre, no se podrán observar sombras larguísimas sino
hasta muy cerca del ocaso en la
Ciudad de México.
Con otros países, los fenómenos también dependen de su latitud. Cuentan las personas que han viajado muy cerca del polo norte que a esas latitudes se llegan a observar varias sombras para un mismo objeto y en diferentes direcciones, como las que se ven en recintos iluminados por luces artificiales.
Tu sombra refleja tu forma, aunque eso no siempre nos da la pista de cómo eres. Pueden amontonar objetos para lograr que la sombra parezca la sombra de algún otro objeto o jugar con las manos para que su sombra imite la apariencia de algún animal. Sin embargo, la longitud y la dirección de la sombra bajo la luz del Sol, siempre reflejará la hora del día y la latitud donde te encuentres… claro, para determinar esto, hay que observar y medir con paciencia y durante mucho tiempo.
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